Debía irme
Que
hermosa eres susurro, reí amablemente permití que continuara
Su compañía
es agradable, intenta acercarse
Cree que
lograra enamorarme, anhelo que así sea cariño
Se
destruyó en el intento, me hirió causarle tal daño
Pero debía
irme, debía irme
A mí nunca me ha dolido la soledad. Me ha gustado siempre, y me la he procurado aunque hubiera gente a mi alrededor. Qué placer crear una historia como ésta, o construirla, o como quieras llamar a esa experiencia en la que uno se retira de sí mismo y deja su interior como un escenario donde van pasando cosas...
ResponderEliminarEsa es parte de tu vida, pasar de puntillas por lo que la gente llama realidad y dedicar todas tus energias a comunicar tus sueños, las palabras que no se dicen a nadie, el paraíso en el que vives, insípido al lado del paraíso que imaginas...
Un abrazo fuerte, primor.