Usted busca amor yo busco compañía
Usted busca amor yo busco compañía sus palabras están llenas de voracidad
y yo simplemente no las siento, perdón si te miento es que no se realmente que es lo que siento
que es lo quiero tengo un asunto pendiente conmigo que se interpone en cada cosa que usted espera de mi , te aprecio mucho por eso te advierto cariño,vete
Que bonita entrada! me encnata como escribes :)
ResponderEliminarpensamientosdegavroche.blogspot.mx
que lindo que te haya gustado , ahora me paso por tu blog un beso!
EliminarBonitos pensamientos dubidativos , el amor y sus cosas. Gracias por pasarme por mi rinconcito, me uno a tus seguidoras y un besazo desde veintedelocho.blogspot.com.es
ResponderEliminargracias por tomarte el tiempo de leer mi blog , un beso!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPresento mis respetos.
ResponderEliminarEl abismo más insalvable es el que se abre en la más estrecha línea. Lo que está lejano puede alcanzarse, pero lo inalcanzable está siempre a un paso.
El abismo separa no por su anchura, sino por su profundidad. Aparentemente, el otro lado está a la mano, a un pequeño salto.
Esa es la ambigüedad del abismo. Parte de su fuerza procede de su engañosa estrechez, de la cercanía con que nos ofrece la otra orilla. Podemos verla, imaginarnos en ella, casi tocarla. Un casi que es un infinito. Ésa es su añagaza, pues lo que cuesta, pero vemos cerca, lo dejamos sin realizar, porque pensamos que siempre, en cualquier momento podremos realizarlo.
Platón hablaba de un abismo entre el mundo sensible y el inteligible. ¿ Por qué ?, ¿ no indica su imagen de la línea precisamente la continuidad entre ambos ? Ambas cosas no se excluyen, el abismo mantiene la continuidad porque su separación no es longitudinal, sino profunda. Saltar esa fosa supone un esfuerzo especial, y transfigura a la persona.
Un modo del abismo es la distancia entre pensamiento y acción. El pensamiento, la imaginación, la fantasía, es algo que permite el abismo, a lo que incita el abismo. Pensamos, imaginamos, fantaseamos como si estuvieramos ya en el otro lado. Marginamos en nuestra mente la acción, la damos incluso por supuesta. Y, si nos decidimos a ejecutarla alguna vez, nos damos cuenta entonces de una extraña e invencible resistencia, con la que no habíamos contado. Hay miedo, o hay pereza, y nos traban los pies.
Me pregunto por qué no saltamos los abismos. Si hay alguna imposibilidad dictada por nuestro destino individual ( entonces " insalvable " o " invencible resistencia " no son exageraciones ) o si se trata, como parace a primera vista, de una elección costosa ( entonces sí lo son ).
Y también me pregunto por los abismos no saltados nunca. Son las vidas que pudimos vivir y no vivimos, y destilan un dolor especial las noches de insomnio. Cuando alcanzamos lo que amamos con toda el alma ya no seguimos buscando. Creo que, de algún modo, esos abismos son un adelanto de la muerte.
Un abrazo fuerte desde España.
es muy bueno lo que me escribiste , gracias por tomarte el tiempo de leerme .. Me dejaste pensando! un abrazo!
EliminarMe ha gustado mucho la entrada y como escribes ^^
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog, yo también me quedo por el tuyo ;)
Un besito guapa :D